Visitar el mercado de agricultores es una experiencia diferente a la de la tienda de supermercados. Y es posible que hayas notado que las frutas y verduras que se venden en estas dos fuentes también son diferentes.
¿Es una fuente mejor que la otra? Esto es lo que necesitas saber sobre cómo comparar ambos productos que tienen distintos orígenes, calidad y procesos de cosecha.
La frescura puede diferir
La próxima vez que recojas una fruta en la tienda de supermercado, echa un vistazo a la etiqueta para ver de dónde es. La diferencia más significativa entre los productos agrícolas locales y los de supermercado es la frescura.
Los consumidores de hoy en día quieren los productos más frescos posibles, por lo que los productos de origen local tienen sentido. Sin embargo, hay que tener claro que las cosechas tienen un aspecto de estacionalidad y no todos los productos frescos están disponibles localmente todo el tiempo. Esto incurre en costos de viaje tanto en términos monetarios como ambientales.
Por ejemplo, no encontrarás productos importados fuera de temporada en tu mercado de agricultores. En su lugar, sólo encontrarás productos de temporada que a menudo se cultivan utilizando semillas de herencia y métodos de cultivo sostenibles.
Otra diferencia clave que determina la frescura es el tiempo que tardan los productos en cosecharse y llevarlos a tu mesa. Desde la cosecha hasta la compra, cuanto menos tiempo y distancia viajen tus productos, mejor para el medio ambiente, y sus papilas gustativas, al ser más nutritivos y frescos.
Alimentos agroecológicos y orgánicos
Los productos agroecológicos son alimentos que han sido parte de procesos de agricultura respetuosos con el medio ambiente. Esta producción agroecológica nos asegura alimentos sanos y de calidad, protege las variables ambientales como la tierra y el agua, y lo mejor de todo, se encarga de evitar el uso de agrotóxicos y transgénicos.
Esto permite crear un sistema de agricultura sustentable desde su cultivo hasta el consumidor.
Mientras que los alimentos orgánicos, si bien poseen las mismas características que los productos agroecológicos, la diferencia radica en que los orgánicos cuentan con una certificación que acredita que son producidos sin el uso de químicos, transgénicos y agrotóxicos.
¿Entonces por qué no certificarse? Muchas veces esta certificación es inaccesible para agricultores de pequeña escala.
El costo de los productos perdidos
Cuanto más delicado sea un producto, menor será su vida útil y mayor será su probabilidad de deterioro. Los supermercados deben tener en cuenta este costo y se refleja en el precio para nosotros.
Es probable que los productos frescos hayan viajado más a un supermercado que a una tienda agrícola. Esto disminuye su vida útil, por lo que los supermercados están bajo presión para venderlo rápidamente.
Aprender sobre los orígenes de tu comida
Uno de los aspectos interesantes de optar por productos agrícolas es que puedes conocer a las personas que trabajaron para cosechar tu comida. Esto le da la oportunidad de hacer cualquier pregunta que puedas tener para las personas que cultivan sus productos. Conversar con tu agricultor local puede ayudarle a saber si los productos son orgánicos, incluso si no tienen una etiqueta oficial.
En los supermercados, esas certificaciones orgánicas cuestan mucho dinero a los agricultores. Solo las grandes granjas pueden permitirse ese tipo de certificación. Esta oportunidad te permite preguntar sobre las prácticas de crecimiento de una granja directamente desde la fuente y convertirte en un consumidor o cliente más informado(a).
Te cosecharás las recompensas con productos de temporada de gran sabor. Además, permitirás a los agricultores locales seguir apoyando a sus familias.